Enero 2011

Mi primer viaje en avión al sur de Chile fue maravilloso, ya que fueron dos experiencias nuevas, comenzando porque nunca había volado en avión y tenía un poco de miedo, ya que, a pesar de que hay algunas estadísticas que indican que volar en avión es más seguro que andar en auto, ya que es menos probable un accidente, no quita el miedo a pasar a un medio al que uno no está acostumbrado, el aire. Igual en un inicio las condiciones de vuelo no favorecieron que se me quitara el miedo, ya que no pudimos despegar al tiro ya que el avión presentaba un desperfecto técnico y tuvieron que llevarlo a mantención con los pasajeros dentro, así que digamos que aumentó la desconfianza y el miedo por mi vida. Cuando terminaron de repararlo ( ya se había atrasado en una hora el despegue) despegó el avión tipo 11 am del lunes 10 de Enero, con una fuerza caballa, creo que los aviones alcanzan unos 700 km/hra. Luego de contemplar los muchos cultivos y ciudades bajo nosotros, junto con las nubes, las azafatas nos entregaron audífonos para ver la serie "Friends" y un snak "Havanna" con alfajores y galletas muy ricos en acompañamiento de un bebestible, en mi caso un juguito y un té.

Aterrizamos sin problemas y vimos como con mucho amor aporreaban e

l equipaje, así que me alegre de optar por llevar mi cámara en el bolso de mano.

Arrendamos un autito n.n

Almorzamos en la caleta de Angelmó y opté por atreverme a unas "machas a la parmesana", error, y el plato traía muchas, unas 12 por 4500 pesos y no fui capás, no podía olvidarme de zoología y las partes de estos organismos, así que solo pude comerme 3 antes de tirar la esponja, mi mamá alcanzó a comerse 1, todo el resto se lo dimos a mi papá. Luego procedí a comerme su congrio, que estaba muy bueno.

Nos fuimos en la tarde a Chiloé por Canal de Chacao en un transbordador que llevó el auto y a nosotros para llegar al archipiélago. Durante el viaje a través del canal vi un pingüino de Magallanes ( tenía 2 franjas negras) navegando solo por la vida y un lobo de mar.

Llegamos en la tarde (4 p.m.) a Chiloé y empezamos a buscar casa o cabaña por los alrededores, y bueno (yo era la encargada de la plata) así que elegimos una cabaña que cobraba $25.000 que tenía dos dormitorios, agua caliente y lo mejor de todo es que estaba cerca de un bosque y una lagunilla.

Al día siguiente fuimos y tomamos un tour a las Pingüineras en Puñihuil, pedimos servicios de taxis al lugar, ya que no había terreno pavimentado y el auto arrendado no podía por lo tanto pasar por el. Llegamos al lugar y el precio por persona era de $15.000. En primer lugar nos subían a una lanchita y nos llevaban por varias islas, donde habitaban estas aves, pero antes de ver ningún ave, apareció el gato de mar (chungungo) que iva comiendose algo justamente, y posaba con su guatita al cielo, mientras sacabamos fotos. Luego nos encontramos frente a una pingüinera de los magallánicos, en donde además de pingüinos se veían los comoranes guanay y yeco, bandurrias.