miércoles, 20 de enero de 2010

Choque con una lechuga

-Abuelo, entonces no nos harán nada-dijo el niño sumido en una habitación oscura, que solo era iluminada por los tenues rayos blanquecinos de una menguante luna.
-No, ellos no podrían estar aquí, ya que sería incoherente-dijo el abuelo con un semblante que trasmitía seguridad al niño.
Luego de esta breve conversación el niño se durmió y el anciano abuelo se quedó en vela, con la mano cerrada, empuñando un cuchillo, mientras una malvada lechuga transgénica, esperaba paciente bajo la cama, su clorofila vibraba de maldad, el agua salía de sus estomas por la misión encomendada, que mejor que esperar hasta que cayeran dormidos en un sueño los inocente e indefensos heterotrofos, su superioridad en alimentación le daba una confianza enorme, sin ellos, la humanidad no seguiría con vida, sentía el poder y la maldad. Este vegetal tenía tanta maldad que hasta un conejo hubiera estado asqueado de comerla, por que en verdad su talla le quedaba pequeña como era posible que...
-¡Haber, espera un segundo! Como es posible que tu lector sigas leyendo una cosa tan mala, tan absurda, en verdad que deberías sentirte avergonzado de estar leyendo esta porquería y perdiendo tu tiempo en leer la descripción de mi maldad, ¡Si soy un vegetal! ¿No de das cuenta? y tu escritor, como es la cosa, por que me haces una cosa tan burda como una lechuga, tan simple.
-Pero si no eres solo una lechuga, ¡eres una lechuga malévolamente transgénica!
-Me decepcionas, en verdad no quiero seguir en este relato, yo tengo mis sueños ¿ya? No quiero estos miserables papeles principales, o sea prefiero ir a otra cabeza que me pueda dar algo mejor en ves de perder mi tiempo en tu fome e infantil relato.
-Ándate si quieres, tengo más verduras que están terrible de contentas de ser protagonistas.
-Yaaaa, OK, me voy, ojalá que sean tan buenas como yo, pero de verdad, que tu cuento no tiene pies ni cabeza, deberías dedicarte a... no se, rodar por la cerámica, en verdad que se te daría mejor.
-Que poco hirientes tus insultos, si insultarme era lo que querías conseguir, pero bueno, para que veas quien es el poco ocurrente, mejor ándate rapidito, que no quiero ocupar más bits en ti, ¡chain! La lechuga se dio la vuelta, y bueno, se volvió a meter debajo de la cama, luego de la conversación.

domingo, 10 de enero de 2010

domingo, 3 de enero de 2010

xD EMO




Por Alberto Montt